No dejamos

No nos dejamos una carta que convulsione despedidas
o que atente a que las palabras se vuelvan llorosas,
ni dedos que agiten al viento como anuncio de lejanía,
ni sonrisas caídas, ni un aroma al final de un susurro.

No veo tus ojos maullando un hasta luego
y entonces me duelen las esquinas que acariciabas,
lo que germinaba de aquel andar,
las mentiras que nos sonreíamos.
Es que te vas en silencio,
sin gemir la dolencia de una luz,
ni una huella más en los recuerdos,
ni regalar una mirada al sol muerto,
sin un llanto simétrico,
sin tan siquiera, arrugar la voz.

Ya no despojaremos al tiempo un paso más,
para luego florecer dolores,
no tocaremos un callejón,
ni las canciones que nos zurcían.


No nos dejamos un gesto que murmulla soledades
ni un beso que silbe un final,
no nos dejamos despedidas ni ausencias:
sólo recuerdos anclados en la vida.

1 comentario:

Juann! dijo...

No me parece una mala despedida. me ha gustado.