Como la neblina que viste las caderas del aire,
la noche que se zambulle en la madrugada,
las alas que esparcen migajas de anhelos,
o los tarareos salados del mar,
o los besos,
la infiltración que se cicatriza en pares,
las hojas crujientes tendidas en las sábanas del sol,
o la simetría al flotar en laberintos de asfalto.
Como quienes aparecen, abandonan y olvidan:
las voces que callan al silencio de las horas dolientes,
el frío que arranca la calidez de las luces,
es el viento que abraza los remolinos de la voz
o algunos versos derramados en la lengua y los ojos.
No como las cosas que se quedan
y ahuecan los amaneceres del ánimo,
no como los espectros de la lluvia en las calles
que van arraigándose al tiempo y la memoria,
no como quienes rompen los arcoiris de las pupilas,
no como las cosas que se quedan,
no como la soledad.
la noche que se zambulle en la madrugada,
las alas que esparcen migajas de anhelos,
o los tarareos salados del mar,
o los besos,
la infiltración que se cicatriza en pares,
las hojas crujientes tendidas en las sábanas del sol,
o la simetría al flotar en laberintos de asfalto.
Como quienes aparecen, abandonan y olvidan:
las voces que callan al silencio de las horas dolientes,
el frío que arranca la calidez de las luces,
es el viento que abraza los remolinos de la voz
o algunos versos derramados en la lengua y los ojos.
No como las cosas que se quedan
y ahuecan los amaneceres del ánimo,
no como los espectros de la lluvia en las calles
que van arraigándose al tiempo y la memoria,
no como quienes rompen los arcoiris de las pupilas,
no como las cosas que se quedan,
no como la soledad.
1 comentario:
No es que devuelva el comentario sin dejarme yo algo, es que es el mismo sentimiento que me lleva a sacar un "Ay" bien profundo :(
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