Trampa

Fruncí los meses, tal labios
y los giré como trompos al aire,
entonces hice esferas con ellos:
malabarismos con sus ánimos
y es ese el jugueteo con los gestos del cielo,
con el canto de los árboles
y su andar en mi memoria.

Lanzarlos,
y un diciembre cae desde su aleteo
con sus puentes llenos de arañas,
con el dolor de la luz que oscurece,
con el paso ciego de la esperanza,
y el cadáver en la espalda, de sus otras vidas.

Y llegará setiembre en julio,
caerá en mis pies como sueño fatal,
y desvelará las ansias,
con estrellas muertas entre las manos,
con las costillas de versos fantasmas
y parques boquiabiertos a la noche.

Y llegará cualquier mes,
con peces escupiendo flores,
con la memoria como herida abierta.

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