Renuncias

A la humedad tropical en los ojos,
a los ritos del abandono en las manos,
a los insectos que se alimentan de las nostalgias,
a los besos y despedidas que huelen a vela mal apagada,
a los navíos que se estrellan en la comisura de un día y otro,
a los bosques que no dejan de llorar en cataratas,
a los rugidos que rompen la ceguera de las manos,
a los pelícanos que pescan risas y promesas
y a las huidas con la vida enferma.

1 comentario:

Gustavo Yuste dijo...

¡Que libres seriamos todos si renunciaramos a esas cosas!
Sigue asi, te dejo un saludo y te espero por el mio cuando quieras :)
¡Suerte!