Contraproducente

En las manos vos no traías una formula,
tampoco una dosis, fecha de vencimiento,
indicaciones ni efectos secundarios,
tu sustancia activa es un misterio
y no te vendés con la mentira del buen sabor.

Descubrir tu naturaleza
es mucho mas agradable
que descifrar el lenguaje farmacéutico.

Podrías ser una maravillosa droga,
un camino al éxtasis,
mi posible motivo de farmacodependencia.

Sin embargo,
tus besos no son la cura
para un corazón que se desgarró,
el amargo etílico se combina con tu saliva:
intoxicación.