Desconocerse

En ese entonces, te suponía como supongo al color que no ha sido, como supongo al insecto que se alimenta de versos que afloran de las pupilas. Te presagiaba, porque teníamos de por medio una bandada de pasos y miradas atascadas en una misma lluvia. Seguro que las mismas polillas que ahuecan las mismas certezas, que tan duramente asoman sus manitas en esta selva de grietas y dudas. Pero dimos con este aullido del tiempo que se ha visto plagado de momentos con pies de chispazo y por eso fue tan efímero todo lo que se arrancaba de los faros de la soledad, y que derrumbaban esta ciudad tan triste.

Y ese espacio con tintura de felicidad fue siendo tragado por lo mismo que hoy escupe con espanto el recuerdo del desdibujo de los pasos que ya no doy; con espanto, el desconocerse. Porque lo que nunca fui, se va con la nube que le da la catadura a los días. Va dejando una ausencia que se rellena con las caricias fantasmas que canturrean sobre estos días desérticos, este desierto de agua que no requiere de memoria para saber de nostalgia, ella ya está en esta cumbre abismal que llaman hoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué maravilla encontrar por azar tan bellas letras. Este es mi favorito... un saludo.