Poligamia

Los besos exactos y precisos
crean felicidades que tienden al infinito.
Los largos brazos de un coseno me enredan,
me veo inmersa en signos y números.

Las letras llegan suaves como caricias tímidas
luego constantes y embriagadoras de amor.
Las palabras vierten pasión por doquier,
impregnando mis paredes de recuerdos.

Del cero al éxtasis exponencial
del blanco a lo psicodélico.


Las letras saben esperar,
no puedo esperar por ellas.
Los números son impacientes,
se desgarran de desesperación.

El tiempo me acusa de adulterio,
es un necio, un despiadado,
un monógamo imbécil.

1 comentario:

_ dijo...

hey me gusta como expresás la ambiguedad de tu tiempo.. quedarle bien a los dos es cosa de darles vuelta jaja muy bueno!