Plato

Te debo los retratos de nuestro pueblo:
sus gatos voladores sobre las casas rojas
y su parque como un columpio del tiempo.
Te debo los faros como tulipanes abiertos a la noche,
en la misma que eras un artesano lluvioso en mi memoria
y mi boca se llenaba de tus vitrales.
También las andanzas en las tardes despeinadas,
cuando hambrientos de cielo, deshicimos las calles.
Te debo la luz y la oscuridad,
te debo una catarata de sombras
porque ella iluminó los versos
y parió esta galáctica deuda poética.

No hay comentarios: