Tengo las manos vacías, y llenas,
tengo moho en mis raíces
y ayer no supe donde poner mi desvelo.
Tengo el aliento de una noche inmóvil
y de los restrojos de un camino que no existe.
Tengo ganas de irme, de quedarme,
de perderme o dar conmigo.
Tengo huecos en el estomago
y paredes que chorrean hojas;
un recurrente desgano que ya camina,
que ya se acopla a mi cuerpo
y a veces me amarra a mi cama.
También euforia y colores.
Tengo ganas de poner luces en mis oídos.
Y esperanzas, muchísimas,
pero también piedras que las marchitan.
Tengo los dedos despeinados
y un deseo enfermo de escribir.
1 comentario:
Veo que te gusta la poesía, y además, en mandar a la mierda a todos.
Ls dos cosas me gustan.
Ven, te invito a mi blog, tal vez encuentres algo que te interese, si no, también lo puedes mandar a la mierda.
Saludos
hannibal
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