Azul desesperado

Es ese sonido constante después de la noche,
tan constante que apenas se percibe,
esta procesión de soledades bailarinas
me va adormeciendo como lo haría algún susurro.

Esta madrugada no es un espacio en blanco,
no es un cuarto poblado de melancolías solteronas;
es la tierra después de arrancar raíces,
tierra deshecha y adolorida.

Con mis pies desesperados trituro
imágenes esparcidas en el suelo
que se convierten en palabras inconclusas,
una re de correteábamos me escarba los ojos.

Esta ausencia es ese ruido constante
que aturde de madrugada y
algunos le llaman silencio.

2 comentarios:

Daniel Altamirano dijo...

Coincido contigo en que esas guerras a solas son en las que mas perdemos..pues perdemos el tiempo...chau!

Uno que mira dijo...

Yo no creo que se pierda el tiempo. En cambio coincido en en el modus dicendi, en hablar de cuartos poblados de melancolías, palabras inconclusas, procesión de soledades. No sé si serán lugares comunes o es que de verdad las soledades organizan procesiones y el hábitat natural de las melancolías es cualquier habitación solitaria.